ABC de la creación de personajes (Parte 1)



Crear un personaje es crear vida. No se trata únicamente de dibujar por dibujar o crear una personita en un trozo de papel. Se requiere de una serie de pasos alterables gracias a los cuales podremos crear una personalidad, apariencia y objetivos de nuestro ser imaginario. Porque crear un personaje es crear una vida con metas, sueños, desafíos, inseguridades, personalidad, tristeza, alegría y por supuesto un físico característico que logre reflejar todo lo que esa personita tiene en la cabeza.

La idea

Todo comienza en la cabeza; una historia original, un guion y una personalidad definida serán los accesorios que mejor combinarán con el personaje. Es necesario realizar una documentación adecuada para la fase inicial. Buscar referencias escritas y gráficas; ilustraciones, retratos, crear un stock de imágenes que te permitan inspirarte y tener referencias gráficas para crear diferentes poses y crear una personalidad coherente. Dentro de ésta carpeta de documentación puedes agregar también referencias de películas, vídeos de música e incluso objetos que te parezcan interesantes para agregar a tu personaje.

Desarrollo escrito

Antes de comenzar a bocetar, te recomiendo poner en claro la idea con palabras. ¿Cómo se llama? ¿Cuántos años tiene? ¿En dónde vive? ¿En qué situación se encuentra? ¿Quién es su mejor amigo? ¿Cuáles son sus objetivos? Todo esto te ayudará a crear una imagen cada vez más clara en tu cabeza de todo lo relacionado con el personaje. Posteriormente podrás redactar con facilidad la historia o cuento en el cual tu personaje será protagonista solo conectando las ideas que anteriormente escribiste.
Brief
Debes tomar en cuenta las particularidades necesarias respecto al medio de impresión, si tu personaje se va a utilizar para un medio específico, es necesario que tomes esto en cuenta. Si es un personaje digital probablemente tendrás la oportunidad de agregar más detalles y jugar con más efectos de color y sombreado; por otro lado si es de uso editorial, deberás tomar en cuenta las restricciones de la impresión y el presupuesto. Si se trata de un personaje que se va a animar deberás también pensar en cada movimiento y perspectiva. Será necesario desarrollar sus expresiones faciales de acuerdo tanto al desarrollo escrito como el brief.
Cuando realizas un personaje con referencias de contextos ya planteados, será necesario investigar lo suficiente para poder seguir los lineamientos y demandas. Por ejemplo si vas a realizar a un personaje inspirado en un dios prehispánico, deberás conocer toda la historia detrás de ello para poder crear un contexto real estructurado con todas las herramientas culturales inquiridas.
Uno de los puntos más importantes que debes tomar en cuenta es saber qué tan detallado puede ser tu personaje, normalmente esto suele indicarse en el brief del cliente. Cuando se trata de un personaje creado con fines de práctica, éstas limitantes las dará el material con el cual se realizará el arte y las capacidades personales.

Desarrollo visual

Bocetaje

Es momento de poner manos a la obra comienza a bocetar distintas posibilidades de cuerpo para tu personaje. Entre más bocetes será mucho mejor, exagera rasgos, alarga las piernas, dibuja cabezas muy grandes o muy pequeñas, humaniza animales, da rasgos culturales, dibuja distintos tipos de manos, pies, cabezas, ojos, cabello, nariz, etcétera y comienza a combinar para encontrar todas las posibilidades que puedes generar. Cada boceto será mejor que el anterior. En esta etapa no es necesario crear ilustraciones muy detalladas, deben ser bocetos rápidos pero entendibles que puedas después analizar para crear una forma original. Utiliza tu carpeta de referencias para combinar algunas características, recuerda que tomar una referencia no es copiar.
Te recomiendo que después del proceso de bocetaje te des un break para poder descansar y posteriormente llevar un análisis más claro y objetivo de tus propuestas para hacer una elección. Normalmente cuando nos encontramos saturados de información podemos no darnos cuenta de pequeños errores o elegir solo lo que fue más rápido de hacer. Observa tus bocetos desde distintos ángulos, verlos en el espejo o de cabeza te permitirá encontrar errores para mejorarlos posteriormente.


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