Capacidades en Arte y Diseño


Qué debo saber para ser un buen artista/ ilustrador/ diseñador

Resulta imprescindible poseer capacidades para el diseño y sensibilidad artística, tener conciencia de los límites cambiantes y las nuevas posibilidades, pero cultivar una voz individual es lo más importante.
Éstas capacidades se pueden agrupar en tres tipos:

o   Capacidades genéricas: Es imprescindible ser competente con las tecnologías digitales como medio de comunicación, conocer el vocabulario visual del diseño, ser capaz de trabajar con una imagen siguiendo el proceso de escaneado, ajuste y resolución. Conocer el lenguaje de la tipografía y, sobre todo, poseer una amplia cultura y criterio.

o   Capacidades transferibles: Son aquellas que dotan al ilustrador de la posibilidad  de funcionar y trabajar con eficacia en un amplio espectro de campos profesionales, comerciales y sociales. Debes saber organizar el propio tiempo y recursos. Transmitir seguridad, saber convencer y aprender a relacionarse con otras personas.


o   Capacidades empresariales: Seber aplicar una visión objetiva y analítica del potencial comercial inherente a cualquier proyecto para obtener beneficios. Aprender a gestionar su economía y a tratar con los conceptos de beneficios y pérdidas con los aspectos prácticos.

TRABAJAR CON MEDIOS DIVERSOS

Definir al púbico adecuado y valorar el mercado potencial ayuda a entender qué función desempeñará en su trabajo creativo, ayudándole a posicionarse en el mercado.
Es importante valorar el trabajo de la competencia. Una de las primeras cosas que hay que entender es que todos somos únicos y reemplazables y por muy buenos que lleguemos a ser, hay muchos otros dispuestos a ocupar nuestro lugar. Así mismo no significa que la competencia sea sinónimo de aceptar tarifas más baratas o contratos peores para conseguir un trabajo, la competencia debe ser una fuerza positiva que nos sirva para progresar.
La consulta de páginas web, agentes, libros de referencia, ganadores de concursos, prensa sobre arte y diseño nos permitirán considerar dónde podría encajar nuestro trabajo dentro del mercado.
La ilustración es una profesión competitiva y exigente en donde hay que ser realista con la propia posición en el mercado para embarcarse en una carrera como ilustrador autónomo.

Mentalidad empresarial

Antes de acercarse a clientes potenciales, debe pensar qué puede ofrecer y llevar a cabo una auto valorización a la luz de las necesidades del mercado. También es preciso confiar en la capacidad de crear lo que se ofrece. Para definirse como ilustrador emprendedor, puede empezar por determinar qué tiene para ofrecer, quién lo comprará y cuánto le pagará por ello.
Plantéese algunas preguntas antes de empezar:

                Sobre el producto:
·         ¿Qué es mi producto?
·         ¿De qué puntos de venta dispongo?
·         ¿Quiénes son mis competidores?
·         ¿Qué posibilidades tiene mu producto en comparación con los suyos?

Sobre el mercado
·         ¿Quién comprará mi producto?
·         ¿Dónde encontraré esos clientes potenciales?
·         ¿Cómo les venderé mi producto?
·         ¿Cuánto puedo ganar con esto?

Preguntas prácticas
·         ¿Es económicamente viable mi producto?
·         ¿Quiero o necesito invertir en el desarrollo de mi producto?
·         ¿Disfruto creándolo?
·         ¿Tengo los recursos necesarios para crearlo?

PUNTOS FUERTES Y DÉBILES

No existe un grupo de habilidades absolutas que un ilustrador deba dominar, trabajar en distintas plataformas y en contextos variados requiere estar en posesión de una amplia gama de capacidades técnicas, estéticas, personales y empresariales. Se pueden dividir éstas capacidades en tres grupos:
1.       Específicas: Las relacionadas con el arte y el diseño, necesarias para trabajar en cualquier campo de la ilustración.
2.       Genéricas: Capacidades generales útiles para otros campos de la profesión.
3.       Especializadas: Capacidades adicionales y específicas de áreas concretas de la profesión.
Los estilos van y vienen pero las ideas nunca pasan de moda.

                En el plano personal, los ilustradores necesitan de energía, ambición y perseverancia.
                En el plano profesional, conocer el mercado y ser capaz de establecer redes.
                ¿Y qué hay del talento? Ayuda pero no te llevará al éxito.

Fuente: Cómo ser un buen ilustrador/ Derek Brazell y Jo Davies/ Editorial BLUME

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